En 2018, México experimentó un auge en su consumo masivo, impulsado por una economía en crecimiento, una población joven y dinámica, y una cultura de alimentación diversa. Este año fue clave para entender qué productos y servicios eran más demandados por los mexicanos. A lo largo de este artículo exploraremos, de manera detallada, los patrones de consumo más destacados, las categorías con mayor crecimiento, y cómo la cultura y las tendencias globales influyeron en las decisiones de compra de los hogares mexicanos.
¿Qué es lo que más consumen los mexicanos en 2018?
En 2018, los mexicanos mostraron una preferencia clara por productos alimenticios, servicios de telecomunicaciones, y bienes de primera necesidad. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el gasto promedio por hogar se distribuyó principalmente en alimentos y bebidas, seguido por servicios como telefonía, internet y energía. La canasta básica familiar incluía productos como pan, leche, huevo, arroz y pollo, que eran de uso diario en la mayoría de los hogares.
Una curiosidad relevante es que, durante ese año, los alimentos procesados como las galletas, refrescos y snacks experimentaron un crecimiento del 8%, en parte debido a la popularidad de marcas nacionales y la expansión de cadenas de supermercados como Walmart y Soriana. Asimismo, el consumo de servicios digitales como redes sociales y plataformas de entretenimiento en línea también fue un fenómeno creciente, reflejando el impacto de la digitalización en las vidas cotidianas.
Patrones de consumo en México en 2018
El año 2018 marcó una transición en la forma en que los mexicanos adquirían y consumían productos. La creciente urbanización y la mejora en los ingresos familiares promovieron un aumento en el consumo de productos de marca, servicios de ocio y productos electrónicos. Por ejemplo, los dispositivos móviles, especialmente los smartphones, se convirtieron en artículos esenciales para la vida diaria, con ventas que superaron los 10 millones de unidades al cierre del año.
También se observó un crecimiento en el consumo de servicios de transporte, especialmente en ciudades grandes como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, donde el uso de aplicaciones de taxis como Uber y Didi se volvió común. En cuanto a productos de higiene y belleza, los cosméticos de marcas internacionales y locales, como L’Oréal y Natura, experimentaron un aumento del 12% en ventas, impulsado por la tendencia a cuidar la imagen personal.
Consumo energético y servicios públicos en 2018
Un aspecto clave del consumo en México en 2018 fue la dependencia de los servicios públicos, especialmente la electricidad. Según datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el consumo residencial de energía eléctrica aumentó un 4.5%, principalmente debido a la mayor adquisición de electrodomésticos y el uso prolongado de dispositivos electrónicos. Además, el gasto en agua potable y drenaje también fue un componente significativo del presupuesto de los hogares, particularmente en zonas urbanas.
El uso de gas LP seguía siendo predominante en hogares de zonas rurales y de bajos ingresos, mientras que en las urbes se observó un aumento en el uso de gas natural, impulsado por campañas de sustitución y apoyo gubernamental. Estos factores influyeron en la dinámica del consumo energético nacional.
Ejemplos de productos más consumidos en 2018
En 2018, los productos más vendidos en México fueron los alimentos no perecederos, snacks, y bebidas refrescantes. Algunos ejemplos destacados incluyen:
- Leche y derivados: La leche en polvo y el queso fresco fueron productos esenciales en la canasta básica.
- Refrescos y agua embotellada: Coca-Cola y Pepsi lideraron el mercado, seguidas por marcas nacionales como Del Monte.
- Pan y galletas: Productos como los panes de maíz, galletas saladas y dulces como las María y las Oreo eran consumidos en grandes volúmenes.
- Pollo y huevo: Debido a su bajo costo y alta disponibilidad, estos fueron proteínas favoritas de muchos mexicanos.
- Servicios digitales: Plataformas de streaming como Netflix y YouTube se convirtieron en opciones populares para el entretenimiento en casa.
El concepto de consumo masivo en México en 2018
El concepto de consumo masivo en México en 2018 no solo se limitó a lo que se compraba, sino también a cómo se adquiría. La digitalización de los hábitos de compra jugó un papel crucial. Los consumidores empezaron a acudir con mayor frecuencia a plataformas en línea como Amazon México, Mercado Libre y tiendas propias de Walmart o Chedraui, lo que facilitó el acceso a una mayor variedad de productos a precios competitivos.
Asimismo, las redes sociales se convirtieron en un canal importante para descubrir y promocionar productos. Marcas como Coca-Cola, Pepsi y Nestlé usaron estrategias de marketing digital para atraer a los consumidores jóvenes. Además, los cupones digitales, descuentos por aplicaciones y programas de fidelización como Club Soriana y Walmart Club Card se volvieron herramientas clave para fidelizar a los clientes.
10 productos más vendidos en México en 2018
A continuación, se presenta una lista de los 10 productos más vendidos durante 2018 en México, basados en datos de ventas y encuestas de consumo:
- Leche en polvo – Por su bajo costo y facilidad de almacenamiento.
- Refrescos en botella o lata – Coca-Cola y Pepsi lideraron el mercado.
- Pollo fresco y congelado – Fuente principal de proteína en muchas dietas.
- Pan de maíz y pan blanco – Consumidos diariamente en desayunos.
- Arroz blanco – Alimento básico en muchas regiones del país.
- Galletas saladas y dulces – María, Oreo y Choco Pops eran favoritas.
- Huevo fresco – Usado en desayunos y platillos típicos.
- Agua embotellada – Con marcas como Del Monte y Agua del Valle.
- Snacks procesados – Cheetos, Fritos y Ruffles eran de alta demanda.
- Servicios de internet y telefonía – Con un crecimiento del 9% en usuarios de banda ancha.
Evolución del consumo en México durante 2018
El año 2018 fue un punto de inflexión en el consumo mexicano, marcado por una mayor conciencia sobre la salud y el impacto ambiental. Por un lado, aumentó el consumo de productos orgánicos y de marcas que promovían la sostenibilidad. Por otro lado, persistieron los hábitos tradicionales de compra en tiendas físicas, aunque con un crecimiento notable en las ventas en línea.
La economía familiar también influyó en las decisiones de compra. Con la inflación del 6.7% ese año, muchas familias buscaron alternativas más económicas, lo que favoreció a productos nacionales sobre importados. Además, el consumo de servicios como educación y salud se mantuvo estable, con una tendencia a priorizar instituciones privadas.
¿Para qué sirve conocer lo que más consumen los mexicanos en 2018?
Conocer los patrones de consumo de 2018 permite a empresas, gobiernos y académicos tomar decisiones informadas. Por ejemplo, las empresas pueden ajustar sus estrategias de producción y distribución para satisfacer la demanda. Los gobiernos pueden diseñar políticas que regulen el acceso a productos esenciales y combatan prácticas monopolísticas.
También es útil para entender tendencias demográficas y sociales. Por ejemplo, el aumento en el consumo de productos digitales y servicios de entretenimiento reflejó un cambio en la forma en que los jóvenes interactuaban con el mundo. Además, el conocimiento de estos datos ayuda a los consumidores a comparar precios, buscar ofertas y tomar decisiones más inteligentes sobre su presupuesto familiar.
Tendencias en el consumo mexicano en 2018
Las tendencias del consumo mexicano en 2018 reflejaron una combinación de tradición y modernidad. Por un lado, los alimentos tradicionales como el mole, el pozole y el guacamole seguían siendo populares. Por otro lado, los hábitos de vida modernos impulsaron un aumento en el consumo de comida rápida, alimentos procesados y servicios de comida a domicilio.
Otra tendencia destacada fue el crecimiento del e-commerce. En 2018, el porcentaje de ventas en línea aumentó un 15%, impulsado por la mejora en la infraestructura logística y la confianza en las plataformas digitales. Asimismo, el consumo responsable y sostenible comenzó a tomar forma, con más consumidores buscando productos ecológicos y con menor impacto ambiental.
Cambios culturales y sociales en el consumo de 2018
El consumo en 2018 no solo fue un reflejo económico, sino también cultural. La diversidad de productos y servicios reflejaba la riqueza cultural del país. Por ejemplo, los alimentos regionales como el tamales, el barbacoa y el carnitas seguían siendo parte importante de la dieta nacional. Además, el auge de la cultura de la comida gourmet y la cocina fusión se notó en restaurantes y en servicios de comida a domicilio.
También hubo un enfoque creciente en la salud y el bienestar, con un aumento en el consumo de productos sin azúcar, sin gluten y con bajo contenido de sodio. La conciencia sobre la nutrición y la actividad física se tradujo en un mayor interés por alimentos orgánicos y suplementos dietéticos.
Significado del consumo en México en 2018
El consumo en México en 2018 representa mucho más que una simple transacción económica. Es un indicador de los gustos, necesidades y prioridades de la población. Los productos más vendidos reflejaban no solo lo que se necesitaba, sino también lo que se quería. Por ejemplo, el crecimiento del consumo de productos digitales y de entretenimiento mostró que los mexicanos valoraban el ocio y la conectividad.
Además, el consumo también es un reflejo del poder adquisitivo y del nivel educativo de la población. En zonas urbanas con mayores ingresos, se observó un consumo más diverso y sofisticado, mientras que en áreas rurales o de bajos ingresos, el enfoque estaba en productos básicos y económicos.
¿Cuál es el origen del consumo masivo en México?
El consumo masivo en México tiene sus raíces en la economía posrevolucionaria del siglo XX, cuando la industrialización y la modernización de los mercados impulsaron la producción en masa. A principios del siglo XXI, el crecimiento de la clase media y la apertura del mercado con tratados comerciales como el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) ampliaron la disponibilidad de productos nacionales e internacionales.
En 2018, este legado se reflejó en el equilibrio entre marcas nacionales e internacionales. Empresas como FEMSA, Bimbo y Cervecería Modelo seguían dominando el mercado, pero también coexistían con marcas globales como Nestlé, Coca-Cola y Procter & Gamble.
Otras formas de consumir en 2018
Además del consumo tradicional en tiendas físicas y supermercados, 2018 fue un año en el que el consumo se diversificó. Las tiendas de conveniencia, como Oxxo, experimentaron un crecimiento del 12%, ofreciendo productos de rápida adquisición y con horarios extendidos. También se consolidaron los mercados locales y los puestos de comida callejera, que aportaban al consumo diario de millones de mexicanos.
Otra forma de consumo fue el de los servicios, como el uso de aplicaciones para pedir comida, viajar en taxi o pagar servicios digitales. Esto marcó una transformación en la forma en que las personas interactuaban con el mercado.
¿Cómo se comparó el consumo de 2018 con años anteriores?
En comparación con 2017, el consumo en 2018 mostró una mayor diversificación y una tendencia a la digitalización. Por ejemplo, el uso de internet para adquirir productos creció un 15%, en tanto que las ventas en línea duplicaron su crecimiento. Además, se observó un aumento en el consumo de servicios, especialmente en telecomunicaciones y entretenimiento, lo que reflejaba una mayor conectividad y acceso a información.
Por otro lado, el consumo de alimentos básicos se mantuvo estable, pero con una tendencia a buscar alternativas más económicas debido a la inflación. Esto indicó que, a pesar de los cambios tecnológicos, los hábitos tradicionales seguían siendo importantes para la mayoría de los hogares mexicanos.
¿Cómo usar los datos de consumo de 2018?
Los datos del consumo de 2018 son útiles para múltiples propósitos. Para las empresas, representan una guía para ajustar su estrategia de producción y marketing. Por ejemplo, si se sabe que el consumo de refrescos aumentó, una empresa podría invertir en campañas promocionales o en nuevos sabores para atraer a más consumidores.
Para los gobiernos, los datos son clave para diseñar políticas públicas que regulen precios, promuevan la salud pública o fomenten el comercio local. Por ejemplo, en 2018 se implementaron impuestos a productos azucarados y a bebidas alcohólicas con el fin de reducir su consumo y mejorar la salud de la población.
Consumo por región en 2018
El consumo en México no fue homogéneo en todo el país. En la Ciudad de México y el Valle de México, el consumo de productos digitales y servicios premium fue más alto, en parte debido a mayores ingresos y mayor conectividad. En cambio, en zonas rurales del sur del país, el consumo se centró más en alimentos básicos, productos de higiene y servicios esenciales.
Por ejemplo, en Chiapas y Oaxaca, el consumo de productos como el maíz, frijol, y legumbres fue más frecuente, mientras que en el norte del país, los productos lácteos y cárnicos tenían una mayor demanda. Estas diferencias reflejaban no solo condiciones económicas, sino también patrones culturales y geográficos.
El impacto del consumo en el medio ambiente en 2018
En 2018, el consumo masivo también tuvo un impacto ambiental significativo. El aumento en el uso de productos de plástico, especialmente empaques de refrescos y alimentos procesados, contribuyó al problema de contaminación. Según reportes del gobierno federal, el 35% de los residuos generados en ese año provino de empaques y envases de uso único.
Además, el aumento en el consumo de energía para electrodomésticos y servicios digitales generó un mayor consumo de recursos naturales. Sin embargo, también surgieron iniciativas de empresas y gobiernos para promover el reciclaje, el uso de materiales sostenibles y la reducción del desperdicio de alimentos.
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